Descubre el Origen y el Sentido del Día de la Exaltación de la Santa Cruz

Cada 14 de septiembre, los católicos a través el mundo se reúnen para celebrar la exaltación de la Santa Cruz. La Fiesta de la exaltación de la Santa Cruz nos invita a dar gracias a Dios por el don de su Hijo: dio su vida por nosotros aceptando morir, y morir en una cruz. El tormento de la cruz es una de las torturas más crueles inventadas por los hombres. Jesús se enfrentó a ello y lo superó. Por nuestro bien. Esta fiesta expresa nuestra gratitud y nos incita a meditar sobre el amor de Dios.

Origen de la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz

Cuando, en Jerusalén, la Reina Santa Elena, madre del Emperador Constantino, se convenció que había encontrado la verdadera cruz de Cristo en el Monte Calvario, hizo construir allí, con la ayuda de su hijo, una basílica que incluía el Calvario y el Santo Sepulcro. Esta basílica, cuyo nombre era “Resurrección”, fue consagrada el 14 de septiembre. Más tarde, se eligió este día para celebrar una fiesta que se llamó “Exaltación de la Cruz Preciosa y Vigorizante” porque su rito principal consistía en la ostentación solemne de una reliquia de la verdadera cruz. Este gesto manifestó ante todos que la Cruz es gloriosa porque en ella la muerte es vencida por la vida. La fiesta se extendió a Constantinopla, donde se le dio un nuevo brillo desde el siglo VII en adelante porque los persas infieles se habían apoderado de Jerusalén y habían llevado la verdadera cruz a su país como trofeo de la victoria. El emperador Heraclio fue a reclamarla y trajo triunfalmente el símbolo de la victoria de Cristo sobre la muerte a Constantinopla. Gradualmente la fiesta se celebró en toda la Iglesia y las parcelas de esta reliquia se distribuyeron por todo el mundo cristiano.

Por qué se celebra el día de la exaltación de la Santa Cruz ?

En el simbolismo cristiano, la cruz tiene una doble cara. En el contexto de la pasión y muerte violenta de Jesús, los Evangelios evocan la cruz como un instrumento de tortura y una horca de infamia. En este sentido, la cruz obviamente no merece convertirse en un objeto de veneración.

Desde el principio, los cristianos vieron en la cruz, en lugar de un accesorio asesino, la imagen del sacrificio por el cual Jesús nos liberó del pecado y de la muerte. El apóstol Pablo escribe al final de su carta a los Gálatas: “Para mí no hay otro título de gloria que la cruz de nuestro Señor Jesucristo” (6:14). En el himno a Cristo que abre la epístola a los colosenses, leemos: “Quiso Dios hacer habitar toda la plenitud (en su Hijo) y reconciliar todas las cosas por él y para él, en la tierra y en el cielo, estableciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (1,20; cf. 2,13-15). En este sentido, se puede decir que la Cruz de Cristo es “gloriosa”: este es el significado de la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz

El Evangelio de la fiesta juega con el doble significado del verbo “levantar”: levantar en la cruz y levantar en la gloria. La referencia a Moisés y la serpiente de bronce sirve aquí como una parábola profética. En otro pasaje del cuarto evangelio, Jesús declara: “Cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos los hombres hacia mí”, y el evangelista añade: “Con estas palabras indicó la muerte de la que iba a morir” (12:32-33). Al mismo tiempo que da la muerte, la crucifixión simboliza la victoria sobre la muerte.

La Cruz Gloriosa

Cuando Jesús fue comisionado para ascender al Calvario, su cruz no era gloriosa, pero era el instrumento de tormento más degradante. A Pablo, como ciudadano romano (Hechos 22:25), se le había dado la forma más elegante de matar, la espada. Pero Jesús era sólo un condenado común, entregado a los ocupantes romanos. Fue la gran hazaña de Dios transformar este odioso instrumento de tortura en una cruz gloriosa a través de la resurrección. Incluso la cruz del buen ladrón se hizo gloriosa, porque también era la puerta del paraíso (Lc 23:43).

Las cruces de las primeras iglesias eran gloriosas, como la que el emperador Constantino vio en su visión. Era una cruz de luz, un signo de resurrección. Más tarde, cuando Cristo fue representado en la cruz, fue primero como resucitado, o con el traje del sumo sacerdote (Heb 4:14-15).

En la Edad Media, las miserias de la gente impulsaron la expresión de la solidaridad de Jesús con el sufrimiento humano. De simbólico, la imagen se volvió realista. Se representó al Cristo resucitado y glorioso de nuevo en las cruces de nuestras iglesias.

Qué significado tiene la exaltación de la Santa Cruz ?

El 14 de septiembre, la Iglesia no exalta cualquiera cruz. La iglesia exalta la Cruz de Jesús, porque en ella se ha revelado el amor de Dios por la humanidad en el más alto grado. Esto es lo que nos recuerda el Evangelio de Juan cuando dice: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único” (Jn 3:16). A diferencia del Viernes Santo, el creyente es invitado a contemplar la Cruz y la muerte de Jesús, no como un lugar de sufrimiento, sino como una fuente de vida, una fuente de curación para todos.

La Cruz Gloriosa indica el único camino a la salvación. Es “un testigo de esperanza” para todos, escribe el Padre Pío (1887-1968) a su padre espiritual. Por experiencia personal, el santo fraile capuchino sabe que para un cristiano “el verdadero remedio para no caer es apoyarse en la cruz de Jesús, poniendo toda su confianza sólo en él, porque es para nuestra salvación que quiso ser suspendido allí”.

El Papa Francisco a menudo recuerda esto a aquellos que quieren conocer a Jesús. “Debes “mirar dentro de la cruz”, porque es allí donde “se revela su gloria”, allí que el hombre, en las heridas de Cristo, encuentra “curación”, exhortó durante un Angelus dominical. “De esta cruz brota la misericordia del Padre que abraza al mundo entero. A través de la cruz de Cristo el maligno es derrotado, la muerte es vencida, la vida nos es dada, la esperanza es devuelta”, recordó el 14 de septiembre de 2017.

Esta fiesta de la exaltación de la Santa Cruz, el 14 de septiembre, es una oportunidad para que los cristianos recuerden a todos los hermanos y hermanas perseguidos y asesinados por su fidelidad a Cristo en todo el mundo. Estos hermanos y hermanas que llevaron y llevan su cruz como Jesús llevó la suya, viviendo del Amor en medio del sufrimiento, en países “donde la libertad religiosa aún no está garantizada o no se realiza plenamente”, pero también en países “donde, en principio, se protegen la libertad y los derechos humanos, pero donde en la práctica los creyentes, y sobre todo los cristianos, experimentan restricciones y discriminaciones”, como nos recuerda puntualmente el Santo Padre.

Oracion a la Santa Cruz

Dios todo poderoso
que habéis sufrido la muerte
sobre el árbol de la cruz,
por nuestros pecados,
acompáñadme,

Santa Cruz de Jesucristo,
ten piedad de mí.

Santa Cruz de Jesucristo,
rechazad de mi toda arma cortante y de fuego.

Santa Cruz de Jesucristo,
derramad sobre mi todo bien.

Santa Cruz de Jesucristo,
descartad de mi todo mal.

Santa Cruz de Jesucristo,
haced que alumbre el camino de la salud.

Santa Cruz de Jesucristo,
rechazad de mi todo atentado de muerte.

Santa Cruz de Jesucristo,
presérvame de accidentes corporales y temporales.

Que yo adore la Santa Cruz de Jesucristo por siempre;
Jesús de Nazaret crucificado, tened piedad de mí.

Haced que el Espíritu maligno y nocivo,
se aparte de mí, por los siglos de los siglos.

Amén